Se realizó un balance de las luchas llevadas a cabo en todo el año y se propusieron algunas para el año próximo.
La lucha contra el glifosato, es una lucha contra el poder económico y un modelo agroindustrial que utiliza venenos para obtener mayor rentabilidad y menor mano de obra humana.
En el próximo año se nos presentarán grandes desafíos en el campo de lo legislativo, de lo económico y de sumar voluntades para que alcen sus voces, como lo demostró el pueblo victorioso de Chubut en su lucha contra la megaminería a cielo abierto.
Tenemos que luchar por un modelo que lleve a nuestras mesas alimentos sanos para nuestra salud.
Por un ambiente libre de contaminación. Está demostrado que cuando el pueblo se une y lucha el poder retrocede.
Luchemos por nuestra casa común; LATIERRA.